¿Qué es un examen de la vista?
Durante un examen de la vista, el oculista analiza su historia clínica y le hace una serie de estudios de los ojos. Se hacen para analizar la salud de los ojos. Se revisa si hay problemas que pueden surgir con el tiempo, como el glaucoma o la degeneración macular. También se examina si necesita lentes recetados para corregir la vista. Si ya usa lentes, se revisará la receta para asegurarse de que sigue siendo la adecuada.
¿Cuándo debe hacerse un examen de la vista?
¿Cuándo son necesarios los exámenes de la vista? La respuesta varía según la edad, el riesgo y los síntomas. Esto es lo que recomienda la Asociación Estadounidense de Optometría (American Optometric Association):
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Edad |
Riesgo bajo de problemas de la vista, sin síntomas en los ojos |
Riesgo alto de problemas de la vista (consulte a continuación) |
Problemas como alteraciones en la vista, dolor, destellos de luz, moscas volantes nuevas, lágrimas excesivas o lesión en el ojo |
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Tienen entre 18 y 64 años |
Cada 2 años |
Cada 1 o 2 años, o según la recomendación de su oculista |
Consulte a su proveedor de atención médica ahora |
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Mayores de 65 años |
Todos los años |
Cada año, o según la recomendación de su oculista |
Consulte a su proveedor de atención médica ahora |
¿Corre mayor riesgo de tener problemas de la vista?
Hable con el proveedor de atención médica para averiguar si necesita exámenes de la vista con mayor frecuencia. Quizás haya mayor riesgo de tener determinados problemas de la vista. Las personas afroamericanas corren mayor riesgo de tener glaucoma. Las personas con diabetes corren el riesgo de tener varios trastornos de la vista graves. Estos incluyen retinopatía diabética, glaucoma y cataratas. Es posible que necesite exámenes de la vista con mayor frecuencia si tiene algo de lo siguiente:
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Diabetes
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Presión arterial alta
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Antecedentes familiares de enfermedades del ojo, como glaucoma o degeneración macular
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Lentes de contacto
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Cirugía ocular previa
Es posible que necesite exámenes de la vista con mayor frecuencia en los siguientes casos:
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Tiene un trabajo que puede causar lesiones de cualquier tipo en los ojos.
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Usa medicamentos con efectos secundarios que pueden causar cambios en los ojos.
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Tiene antecedentes familiares de trastornos genéticos en los ojos.
