El nacimiento de un bebé es uno de los momentos más maravillosos de la vida, y pocas experiencias pueden compararse con este acontecimiento. Los recién nacidos tienen habilidades sorprendentes, pero todas sus necesidades dependen de otras personas: el alimento, el abrigo y el bienestar.
Con el nacimiento, se producen grandes cambios físicos. Cuando el bebé nace, se pinza y se corta el cordón umbilical cerca del ombligo. Esto pone fin a la dependencia que el bebé tiene de la placenta para recibir oxígeno y nutrición. Cuando el bebé respira por primera vez, el aire entra a los pulmones. Antes del nacimiento, los pulmones no se utilizan para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono. Cuando el bebé empieza a respirar en el momento de nacer, también ocurren cambios en el corazón y los vasos sanguíneos.
Algunos bebés tienen una cantidad excesiva de líquido en los pulmones. Si se estimula el llanto del bebé secándolo y frotándole la piel con suavidad, se ayuda a que los pulmones reabsorban el líquido. Se succiona cualquier mucosidad de la nariz, la boca y la garganta del bebé.
El abrigo del recién nacido
El recién nacido está mojado debido al líquido amniótico y la sangre, y puede enfriarse con facilidad. Para evitar la pérdida de calor, se debe secar al bebé y usar mantas templadas y lámparas de calor. A menudo, se le coloca un gorro tejido en la cabeza. Colocar al bebé en contacto piel con piel sobre el pecho o el abdomen de la madre también lo ayuda a mantener la temperatura.
Atención inmediata del recién nacido
La evaluación de la salud del recién nacido comienza de inmediato y se realiza una exploración física breve. Uno de los primeros controles es la puntuación de Apgar, una forma rápida para evaluar el estado general del recién nacido al minuto y a los 5 minutos después del nacimiento. Se evalúa la tonicidad muscular, la frecuencia cardíaca, los reflejos, el color y la respiración del bebé. A cada una de estas categorías se le da una puntuación de 0, 1 o 2. La puntuación total de Apgar del bebé puede ser entre 0 y 10, y significa lo siguiente:
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Entre 7 y 10: el bebé no necesita mucho apoyo adicional.
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Entre 4 y 6: el bebé necesita algo de apoyo adicional y controles exhaustivos.
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3 o menos: el bebé necesita ayuda inmediata para salvarle la vida.
Exploración física del recién nacido
Se realiza una exploración física breve en busca de signos claros que indiquen que el bebé está sano. En los minutos y las horas siguientes, se harán otros procedimientos, que pueden realizarse en la sala de partos, en la habitación de la madre o en la sala de neonatología, según el estado del bebé y otros factores. Entre estos procedimientos se encuentran los siguientes:
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Temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno
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Mediciones de peso corporal, largo total y circunferencia de la cabeza. Estas mediciones ayudan a determinar si el peso y las medidas son normales para la cantidad de semanas de gestación. Los bebés pequeños o con bajo peso y los que son muy grandes pueden necesitar atención y cuidados especiales.
Otros procedimientos de rutina
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Cuidado del cordón. El muñón del cordón umbilical del bebé tendrá una abrazadera a fin de evitar el sangrado. Se lo debe mantener limpio y seco.
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Baño. Una vez que la temperatura del bebé se estabiliza, se lo puede bañar por primera vez.
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Vitamina K. Se inyecta vitamina K para prevenir el sangrado intenso en el recién nacido.
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Cuidado de los ojos. Se aplica una pomada con antibiótico en los ojos del bebé para prevenir infecciones que podrían causar ceguera.
Antes de que el bebé salga del área de partos, a la madre y al pequeño les colocan brazaletes de identificación con números idénticos, como también a su pareja o a otra persona de apoyo. Los bebés suelen tener dos, uno en la muñeca y otro en el tobillo, y se los debe controlar cada vez que el pequeño entra y sale de la habitación de la madre.
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