El cáncer testicular es el tipo de cáncer más común en los hombres de entre 15 y 35 años de edad. La mayoría de los casos afectan a hombres menores de 55 años. Suele manifestarse en forma de masa indolora que aparece en el testículo. Lo bueno es que un sencillo autoexamen mensual puede ayudar a detectar problemas antes de que estos sean de gravedad. Si se detecta a tiempo, el cáncer testicular es curable en casi el 100% de los casos.
Cómo hacerse el autoexamen de los testículos
Hágase el autoexamen una vez al mes, mientras toma una ducha tibia o poco después. Una ducha tibia ayuda a que el escroto se relaje y facilita el examen. Pase alrededor de 3 a 5 minutos palpándose en busca de nódulos, áreas duras o cambios. Si descubre algún problema, no se deje llevar por el pánico. Llame a su proveedor de atención médica y haga una cita.
Revise los testículos
Sujétese el escroto en la palma de la mano y haga rodar cada testículo suavemente entre los pulgares y los dedos de ambas manos. Pálpese cada testículo individualmente para ver si hay algún cambio.
Revise el epidídimo
El epidídimo es una estructura elevada similar a un aro, responsable de almacenar el esperma. Este recorre la parte superior y posterior de cada testículo; a menudo duele cuando se le aplica presión. Pálpese suavemente cada epidídimo en busca de cambios. Un espermatocele es un quiste lleno de líquido. Puede sentirse en el epidídimo o el testículo o cerca de estos. A menudo, los espermatoceles son indoloros y no cancerígenos.
Revise el conducto deferente
El conducto deferente es un pequeño tubo que sale de la parte superior de cada testículo. Al tacto, un conducto deferente normal parece un pedazo firme de espagueti cocido. Palpe alrededor de cada testículo en busca de cambios.
Examen profesional
Si siente una anormalidad, consulte con su proveedor de atención médica de inmediato. Además de su propio autoexamen, acuda a su proveedor de atención médica para hacerse chequeos de rutina.
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