La ictericia es cuando la piel y la membrana blanca de los ojos se ponen amarillas. Se presenta si existe un alto nivel en sangre de una sustancia llamada bilirrubina. Esto es bastante común en los recién nacidos. Puede ser signo de un problema con las células sanguíneas o el hígado.
A medida que los glóbulos rojos de la sangre se descomponen en el torrente sanguíneo y son reemplazados por otros nuevos, se libera bilirrubina. Quitar la bilirrubina del torrente sanguíneo es una tarea del hígado. Sin embargo, el hígado de un bebé recién nacido puede estar demasiado inmaduro para quitarla tan rápido como se forma. Además, en los recién nacidos, la mayoría de los glóbulos rojos se renueva con mayor frecuencia, lo que produce más bilirrubina. Si se acumula demasiada bilirrubina en la sangre, puede producir ictericia. La piel y la membrana blanca de los ojos puede presentar un color amarillo. Es posible que aparezca primero en la cara. Luego puede bajar al pecho y al resto del cuerpo.
La mayoría de los casos de ictericia son leves. Por esta razón, generalmente no se necesita tratamiento. El color amarillo se va solo a medida que el hígado del bebé comienza a funcionar mejor. Esto puede tardar algunas semanas.
Si los niveles de bilirrubina están altos, su bebé necesitará tratamiento. Este ayuda a prevenir problemas graves que pueden afectar el cerebro y el sistema nervioso. La fototerapia es el tratamiento más común. Para aplicarla, se expone la piel de su bebé a una luz especial. Esa luz convierte la bilirrubina en una sustancia que puede salir del cuerpo fácilmente. En algunos casos, se pueden usar otras formas de fototerapia (como una manta o un colchón que emite luz). Si es necesario, el proveedor de atención médica le dará más detalles sobre estas opciones.
Su bebé puede necesitar permanecer en el hospital durante el tratamiento. En casos graves, es posible que sean necesarios tratamientos adicionales.
Cuidados en el hogar
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La fototerapia, a veces, se puede hacer en el hogar. Si la indican para su bebé, asegúrese de seguir todas las instrucciones que le dé el proveedor de atención médica.
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Si está amamantando, alimente a su bebé cuando dé indicios de querer comer, unas 8 a 12 veces al día. Sería cada 2 a 3 horas como promedio. Alimentarlo ayuda a que el cuerpo del bebé elimine la bilirrubina con las heces y la orina, por lo cual los bebés que no reciben suficiente leche se encuentran en mayor riesgo de tener ictericia. Si tiene problemas para amamantar, hable con su proveedor de atención médica.
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Si lo está alimentando con biberón, siga las instrucciones del proveedor sobre cuánta fórmula darle a su bebé y con qué frecuencia.
Visitas de control
Haga el seguimiento con su proveedor de atención médica según le hayan indicado. Es posible que su bebé necesite repetir los análisis para medir los niveles de bilirrubina.
Cuándo llamar a su proveedor de atención médica
Llame de inmediato al proveedor de atención médica si sucede lo siguiente:
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Su bebé tiene menos de 3 meses y tiene fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta. Busque atención médica de inmediato. La fiebre en un bebé pequeño puede ser un signo de infección peligrosa.
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Su bebé o niño de cualquier edad tiene picos de fiebre repetidos de más de 104 °F (40 °C).
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La ictericia del bebé empeora. Es decir, la piel se pone más amarilla o el color amarillo comienza a extenderse a otras partes del cuerpo.
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La membrana blanca de los ojos de su bebé se pone más amarilla.
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Su bebé no se despierta para comer o no puede comer.
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Su bebé no está subiendo de peso o está bajando de peso.
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Su bebé moja menos pañales de lo normal.
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Las heces de su bebé no se vuelven amarillas después de los primeros días, se ve pálida o grisácea, o ambas.
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Su bebé está más somnoliento de lo normal o sus brazos y piernas parecen caídos.
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La espalda o el cuello de su bebé permanecen arqueados hacia atrás.
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Su bebé está quisquilloso o no para de llorar.
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Su bebé se ve o actúa como si estuviera enfermo o no se sintiera bien.
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