Un yeso ayuda a que su cuerpo sane. Un yeso dañado puede impedir que la lesión se cure de forma rápida y correcta. Si el yeso se daña, es posible que deba reemplazarlo. Cuide muy bien de su yeso para ayudar a que dure.
Mantenga el yeso seco
Si un yeso se moja, puede ablandarse y desprenderse. Si el acolchado de un yeso sintético se moja, puede irritar y dañar la piel. Los yesos y los yesos sintéticos deben permanecer secos. No haga actividades que puedan mojar el yeso. Tenga especial cuidado de mantener el yeso seco cuando se duche o se bañe. Además, tenga cuidado cuando esté lloviendo o nevando al aire libre. Para mantener el yeso seco:
-
Dese un baño de esponja para evitar que el yeso se moje, a menos que su proveedor de atención médica lo haya autorizado a hacerlo.
-
Consulte con su proveedor cuándo puede ducharse o bañarse.
-
Pregúntele al proveedor sobre la mejor forma de mantener el yeso seco cuando se baña o se ducha.
-
Si el yeso se moja, intente secarlo lo más pronto posible. Para hacerlo, use un secador de cabello en modo frío.
Lo que NO deben hacer
Si el yeso se daña, no puede hacer su trabajo. Para protegerse el yeso y la piel debajo de este:
-
No coloque cosas dentro del yeso, ni siquiera para rascarse la piel. Los objetos colocados en el yeso pueden quedarse atascados. Además, se puede cortar la piel y esta puede infectarse. Si le pica la piel, intente soplarse con aire frío dentro del yeso con un secador de cabello.
-
No corte ni desgarre el yeso. Cubra los bordes rugosos del yeso con cinta de tela. (Puede comprarla en la farmacia). Nunca intente sacarse el yeso solo. Hable con su proveedor de atención médica si la irritación continúa. Es posible que deba modificar o reemplazar el yeso.
-
No pellizque el acolchado del yeso. El acolchado le protege la piel y debe mantenerse intacto.
Cuándo llamar al proveedor de atención médica
Un adulto debe llamar de inmediato al proveedor ante cualquiera de los siguientes síntomas:
-
La parte del cuerpo lesionada tiene hormigueo o está entumecida.
-
Tiene dolor extremo que no puede controlar.
-
El yeso se siente demasiado apretado o demasiado flojo.
-
Los dedos o los dedos de los pies se hinchan, están muy fríos o toman una colocación azul o gris.
-
El yeso está dañado, roto o tiene bordes rugosos que lastiman.
-
El yeso se moja o se empapa.
