Lávate las manos con agua y jabón y sécalas bien. Limpia tu área genital con agua y jabón, enjuágate y sécate bien. Saca la sonda de su empaque, agarrándola por el embudo. Evita tocar la punta de la sonda. Lubrica 4 a 6 pulgadas de la punta de la sonda. Introduce la punta lubricada en tu uretra y con cuidado empújala hacia la vejiga. Si sientes resistencia, no la fuerces, pausa, relájate y después continúa avanzándola. Cuando notes orina en la sonda, baja el nivel de la sonda para que la orina fluya en el inodoro. Una vez que la orina sale de la sonda, avanza la sonda 1 o 2 pulgadas más hacia tu vejiga. Cuando la orina deja de fluir, retira la sonda una o dos pulgadas hasta que la orina empiece a salir de nuevo. Repite esto hasta que la orina ya no fluya. Retira por completo la sonda. Coloca la sonda en su paquete de nuevo y tírala a la basura. Lava tus manos.
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