El primer paso para tratar los vómitos y evitar la deshidratación es darle al niño pequeñas cantidades de líquidos frecuentemente.
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Comience a darle la solución de rehidratación oral. Puede conseguirla en las farmacias y en la mayoría de los almacenes sin necesidad de receta médica. Dele una o dos cucharaditas (entre 5 y 10 ml) cada 1 o 2 minutos. Incluso si hay vómitos, continúe administrándola como se indica. El niño igual absorberá parte del líquido.
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Cuando el vómito disminuya, dele mayor cantidad de la solución a intervalos más prolongados. Siga haciendo esto hasta que el niño comience a orinar y ya no sienta tanta sed (no demuestre interés por beber). No le dé agua sola, leche, fórmula ni otros líquidos hasta tanto haya dejado de vomitar.
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Si los vómitos frecuentes continúan durante más de 2 horas a pesar de haber seguido el método anterior, comuníquese con el proveedor de atención médica de su hijo. Es posible que le receten un medicamento para detener los vómitos.
Nota: Es posible que el niño sienta sed y quiera beber más rápido, pero si tiene vómitos, dele líquidos como se indicó anteriormente. La idea es no llenar el estómago. Esto puede causar más vómitos.
Las siguientes recomendaciones lo ayudarán a seguir cuidando de su hijo:
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Después de 12 a 24 horas sin vómitos, vuelva a darle alimentos sólidos. Estos incluyen cereal de arroz, otros cereales, avena, pan, fideos, puré de bananas, puré de papas, arroz, compota de manzanas, tostadas secas, galletas saladas, sopas con arroz o fideos y verduras cocidas. Dele todos los líquidos que el niño pida.
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Después de 24 horas sin vómitos, vuelva a darle una dieta normal.
Cuándo llamar a su proveedor de atención médica
Llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo si sucede lo siguiente:
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El niño se queja de dolor abdominal fuerte
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Tiene dolor de cabeza muy intenso
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Los vómitos contienen sangre o son amarillos o verdes
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Cree que el niño está deshidratado
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